Aprender impresión 3D no es difícil, pero requiere dedicarle tiempo y esfuerzo. Se consigue poco a poco y con ensayo y error, pero cada impresión conseguida te dará más energía para seguir aprendiendo.

También se aprende mucho de los errores de impresión, por lo que no te desanimes y aprende de cada uno para llegar a dominar la técnica y tu impresora 3d!

Al contrario de lo que pueda parecer, la verdad es que no. Puedes controlarlo con un sencillo medidor de energía, pero aunque la tengas trabajando muchas horas el consumo no se nota casi nada a final de mes

Depende del material que utilicemos, pero en una habitación ventilada no hay ningún problema. Por ejemplo con PLA no notarás apenas olor, pero sí deberás ser más cuidadoso con otros materiales como el ABS. Este segundo material sí requiere una ventilación más importante ya que al fundirse emite olor y es tóxico si se concentra demasiado.

En nuestra opinión es MUY recomendable. Con la impresión 3D se aprende mucho sobre materiales, se motiva la creatividad, se aprenden las bases de técnicas de diseño 3D y muchas más ventajas. Es por ello que la impresión 3D se está implementando en colegios e institutos dado que es una afición muy creativa y recomendable. Si el niño es pequeño deberá aprender y usar la impresora bajo la supervisión de un adulto.

Los modelos recientes de impresoras 3D apenas hacen ruido y según los principales fabricantes, están por debajo de los 50 db.

La realidad es que se puede usar en casa sin ningún problema, pero dormir con ella en la misma habitación puede resultar molesto. Muchas impresiones 3D tardan muchas horas en completarse, por lo que lo recomendable es tener una habitación secundaria o un despacho donde tenerla encendida.

Hay muchas opciones y precios para empezar, pero una impresora básica como la Creality Ender 3 tiene un precio en torno a los 225€ y es más que correcta para empezar

Con una impresora 3D en casa, el cielo es el límite. Podrás imprimir casi cualquier objeto que puedas diseñar. Las limitaciones son el tamaño de la cama de impresión y el material, ya que en condiciones normales solo podrás obtener piezas de plástico (con sus limitaciones de resistencia y durabilidad)

Sin duda el material más fácil de imprimir para iniciarse es el ácido poliláctico conocido como PLA. Es versátil, muy fácil de imprimir, no da problemas de adherencia, no emite gases y no requiere temperaturas de fusión excesivas.

No es tan resistente a la temperatura o a impactos como otros, pero para emprezar es sin duda el mejor.

El precio depende del material. Por ejemplo, el PLA lo puedes encontrar en torno a los 18€ el Kg y el PETG suele rondar los 22€. Al comprar una bobina de filamento, revisa siempre que sea del diámetro adecuado para tu impresora y mira el peso total. Las bobinas no siempre contienen 1 Kg de filamento.

El diámetro que has de comprar lo define tu impresora y lo más común es el de 1.75mm. En entornos más industriales o para impresoras de mayor volumen se utiliza filamento de 3mm, pero de cada vez es menos común en las impresoras 3D generalistas.

Para piezas pequeñas no es complicado, pero para puezas de mayor superficie la verdad es que puede ser... desafiante. El filamento de ABS puede presentar problemas de adherencia a la cama de impresión, delaminación de capas y otros problemas que no siempre son fáciles de resolver. En muchos casos es más fácil trabajar con PETG o ASA que tienen unas características mecánicas muy similares.